Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Dos generaciones de baloncesto, padre e hijo, uno de ellos leyenda viva del Real Madrid. 4 décadas después, sus 65 puntos de anotación en la Liga permanecen
Dos generaciones de baloncesto, padre e hijo, uno de ellos leyenda viva del Real Madrid. 4 décadas después, sus 65 puntos de anotación en la Liga permanecen inalcanzablesEl baloncesto como negocio, entretenimiento y deporte puro ha experimentado un cambio radical desde la década de los 70 hasta nuestros días. Pocos nombres que surgieron en aquellos tiempos han perdurado hasta nuestros días de forma clara y diáfana. Uno de elloses sin duda el de Walter Szczerbiak. Aquel alero americano de origen ucraniano y apellido impronunciable, llegó en el verano de 1973 a Madrid casi sin saber muy bien a qué se iba a enfrentar, y con la complicada misión de aportar un extra a un conjunto ya de por sí dominador en el panoramaespañol y con él que luego ganó 3 Copas de Europa.Walter Robert Szczerbiak, «Wally» para el ámbito familiar y deportivo, pertenecía a otra escuela de baloncesto, y sus características diferían ligeramente si tomamos como referencia la de su famoso padre. Parafraseando al gran Larry Bird en su comparación con Dirk Nowitzki: más alto, más fuerte, más rápido, pero no necesariamente mejor jugador, la genética le ayudó a convertirse en profesional de este deporte. Podemos decir que nació predestinado a ello, y con unas grandes aptitudes físicas ytécnicas para llegar a destacar en un universo ultra competitivo