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«A lo largo de este año en que observé a Tino, Tina, Tinito y a sus congéneres alados, hubo momentos en los que viví como un mirlo. Me adentré en la intimidad de su círculo... Seguir leyendo
«A lo largo de este año en que observé a Tino, Tina, Tinito y a sus congéneres alados, hubo momentos en los que viví como un mirlo. Me adentré en la intimidad de su círculo familiar, escuchando la riqueza y sutileza de sus conversaciones, compartiendo con ellos la cotidianidad de sus días. Sentí en carne propia esa fuerza ancestral de resistencia transmitida desde la noche de los tiempos, ese temple obstinado que nos resulta tan natural, y al mismo tiempo, su delicada fragilidad frente a las amenazas diarias: depredadores, enfermedades, el azar ». Nicolas JolivotTino, cuya silueta ya resulta familiar a los lectores de «Viajes por mi jardín», asume aquí el papel estelar. Sin embargo, lejos de proponer un estudio naturalista que desmenuce a un ave anónima, el autor nos regala la biografía íntima de este mirlo singular. Desde la ternura de su vida conyugal hasta sus inquietudes más elementales, desde los sucesivos nacimientos de sus crías hasta las relaciones con sus vecinos, desde la finitud inevitable de la existencia hasta el consuelo eterno del renacer estacional En el escenario del jardín, cada acontecimiento es un pequeño milagro, y Nicolas Jolivot ha sabido recoger en estas páginas un testimonio delicado, luminoso y profundamente conmovedor.
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