Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
A los 50, la puñetera crisis no te pilla por sorpresa. Te pilla medio ciega, menopáusica y con tus primeros achaques. Es en ese punto de inflexión que a la p
A los 50, la puñetera crisis no te pilla por sorpresa. Te pilla medio ciega, menopáusica y con tus primeros achaques. Es en ese punto de inflexión que a la peña le coge la pájara de pensar todo aquello que le queda por hacer. Que si tirarse en paracaídas, que si hacerse un tattoo, que si probar el poliamor Amigas, ¿a quién queremos engañar? Ya no nos queda tanta energía. Os propongo algo mejor: echemos la vista atrás y repasemos todo aquello que SÍ hemos vivido. Ha sido emocionante, divertido y también humillante, para qué negarlo. Pero, sobre todo, podemos decir que lo hemos vivido y, lo mejor, SUPERADO.Este libro habla de mí. Pero creo que también de todas vosotras. Leedlo. Nos reiremos juntas. Por no decir que nos vamos a mear. Y me temo, que será literal. Vamos a acabar todas con Pérdidas de risa.