Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Kobayashi es una programadora de 25 años que vive una vida anodina que gira prácticamente en torno a su trabajo. Un día, después del curro, acaba borracha como una cuba, se va a la montaña y conoce yayuda a una dragona llamada Tohru que viene de otro mundo. Al día siguiente, Tohru se presenta en su casa y adopta forma humana, ofreciéndose como su sirvienta en agradecimiento. Aunque al principio se muestra reticente, su duro y asocial corazón se ablanda y decide aceptarla porque no tiene adónde ir. Tanto su forma de dragón, como su dedicación como sirvienta parecen de lo más convenientes a lasnecesidades de Kobayashi, pero también la acaban metiendo en más de un lío y trayendo un problema tras otro. Aunque su relación se vuelve más cercana y Tohru está enamoradísima de Kobayashi, su presencia no para de atraer a nuestro mundo a otros dragones que acaban poniendo patas arriba la insulsa vida de nuestra programadora. El aburrimiento se ha acabado, y de qué manera!