Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Un retrato l·cido e inmisericorde de un ser humano -matarife por vocaci¾n, soldado por necesidad- privado de sentimientos. La ¾pera prima de Sßndor Mßrai.
Un retrato l·cido e inmisericorde de un ser humano -matarife por vocaci¾n, soldado por necesidad- privado de sentimientos. La ¾pera prima de Sßndor Mßrai. En El matarife, Sßndor Mßrai -uno de los grandes escritores del siglo XX- reflexiona con brillantez y hondura hasta quÚ punto un ser humano puede modificar su propia naturaleza sometido a los estragos de una guerra despiadada y cruel. El indolente Otto Schwarz es un ejemplo escalofriante de abyecci¾n salvaje: para Úl, matar animales en un desolladero berlinÚs o soldados enemigos en el frente no supone una gran diferencia, sino una suerte de vocaci¾n. Sßndor Mßrai ha sabido concentrar en un solo personaje el irreprimible trastorno psÝquico que condujo a la Primera Guerra Mundial, con la ir¾nica distancia y la frÝa concisi¾n de un cronista, como algo perteneciente a una nueva y aterradora normalidad de la que es imposible salir indemne. La crÝtica ha dicho... ½Una novela que no es de juventud ni de madurez, pero que contiene la escritura precisa, la prosa lÝmpida y la morosidad de las frases caracterÝsticas del gran Mßrai.+ La Repubblica ½Un individuo enajen