Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Silvia Mistral empezó a escribir durante el embarazo de su hija Silvia en 1942, constituyen una de las muestras más singulares de la literatura española escr
Silvia Mistral empezó a escribir durante el embarazo de su hija Silvia en 1942, constituyen una de las muestras más singulares de la literatura española escrita en el exilio, si bien no han recibido todavía la atención crítica que se merecen. Lo más interesante de estas estampas es cómo la autora articula una «subjetividad maternal» que resulta del todo original. A las históricas dificultades de las escritoras para acceder al discurso se suma una cultura de autoridad que la mujer-madre padece y a la que la autora responde con un libro que es mucho más que un libro femenino; presenta una maternidad relacional que desafía los binarismos y propone una experiencia conciliatoria e integradora del exilio.