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Harmony es un pueblo como cualquier otro, un rincón del mundo en el que santos y pecadores matan las tardes en el centro comercial, sucumben al adulterio, juegan a fútbol americano, ven porno o leen a Faulkner en la biblioteca pública. Su historia es un reguero de violencia colonial, linchamientos y fanatismo religioso. Pero esos episodios son ya folklore local, ecos lejanos. La verdadera tragedia irrumpe en el año 2000, cuando Iggy, un chico solitario y misterioso, acude a misa armado de un bidón de gasolina y una caja de cerillas, dispuesto a inmolarse como un monje budista. En el incendio mueren veinticinco fieles. Las horas antiguas explora las secuelas de este día fatídico en las víctimas, los testigos y el culpable, que cuenta las horas en el corredor de la muerte. La vida sigue, pero los vecinos de Harmony no cesan de preguntarse qué mosca le picó a Iggy. ¿Fueron los analgésicos que esnifaba, el alcohol y la heroína? ¿Su amor «cósmico, salvaje y extraño» por Cleo? ¿Su dolor ante el absurdo de la existencia? Michael Bible ha escrito una inolvidable balada sureña, la historia de un puñado de almas