Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Verenize . de Veda no quiere morir.Ha sacrificado demasiado de sí mismo en construirle un imperio a su difunta hermana, para cuando por fin se reencarne, y no está dispuesto a rendirse tan pronto. Doscientos años de... Seguir leyendo
Verenize . de Veda no quiere morir.Ha sacrificado demasiado de sí mismo en construirle un imperio a su difunta hermana, para cuando por fin se reencarne, y no está dispuesto a rendirse tan pronto. Doscientos años de soledad no son nada; podría aguantar otros doscientos, cuatrocientos, seiscientos, podría soportar toda una eternidad esperándola, siempre mientras supiera que, algún día, ella volvería.Pero el fantasma de Sera le dijo que pronto sería libre, y acto seguido condujo al Séquito hasta el arma profetizada para matarlo.Nize no puede dejar de pensar en eso. De preguntarse si será su propia hermana otra traidora más, otro recuerdo amargo queriendo apuñalarlo por la espalda, como todos y cada uno de los miembros del Séquito, esos que ahora lideran las huestes rebeldes. Debería haberlos matado cuando aún era el lobo entre ovejas, cuando aún dormía entre ellos al raso; cálido, seguro y feliz por primera vez en siglos. Ah, los echa tanto, tantísimo de menos.No, Verenize . de Veda no quiere morir, pero ¿acaso al destino le han importado alguna vez sus deseos?
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.