Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Cuando el 1 de abril de 1939 callaron los cañones y los fusiles de la Guerra Civil, para Francisco Franco terminaba una primera lucha que lo había encumbrado
Cuando el 1 de abril de 1939 callaron los cañones y los fusiles de la Guerra Civil, para Francisco Franco terminaba una primera lucha que lo había encumbrado como Caudillo de un movimiento militar y político, y como jefe de un nuevo Estado aún por construir. Comenzaba entonces una batalla a veces latente, en ocasiones explícita, por la forma y la dirección de ese Estado, por la posición de España en el concierto internacional y por la conservación del poder.Rafael Dávila acude a la correspondencia entre el general Fidel Dávila, Franco, los militares y los círculos monárquicos, además de a la documentación diplomática, manifiestos e informes para reconstruir las tensiones entre el Ejército, La Falange y los monárquicos, la presión de Hitler y de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, la lucha contra el maquis, la guerra soterrada por el espionaje y la información, la pugna con don Juan, con los generales díscolos o la posterior lucha contra ETA. Fueron episodios de aquella larga «segunda guerra civil» (1939-1975) que Franco, pese a todas las amenazas, fue capaz de superar.