El concepto de España vacía o vaciada no es nuevo. Durante siglos, cientos de miles de hectáreas de nuestro país permanecieron improductivas y deshabitadas. La gran diferencia con respecto a la situación actual es que los muy distintos gobernantes que se encontraron con el problema a lo largo de la historia lo afrontaron decididamente y buscaron soluciones al problema. Los políticos de turno de las más diversas opciones políticas y las muchas personas que pensaban en el bien común de todas las personas y los pueblos de España tomaron medidas para intentar solucionarlo. Acertadas o no, a través de las páginas de este libro podremos formarnos una opinión.No se limitaron, como ocurre ahora, a citar el problema una y otra vez en cada campaña electoral mientras esperan que, de alguna manera, todo se solucione de forma espontánea.Tampoco fue este un fenómeno exclusivo de España, puesto que otras muchas naciones debieron afrontar los diversos problemas derivados de contar con enormes extensiones de tierras baldías mientras que una gran parte de su población campesina no disponía de tierras suficientes para garantizar su sustento y el de sus compatriotas.Veremos algunos ejemplos de lucha contra las tierras infrautilizadas, tanto en España como en otros países, caracterizados en general por el empeño de las diferentes autoridades en solucionar un grave problema y por recurrir para ello a las familias de labradores, que realizan día a día desde hace siglos mucho más que un mero trabajo.