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Arquetipo del antihéroe que ni siquiera merece un pie de página en los anales de la Historia, Alan Ingram Cope fue un soldado anodino más entre los cientos
Arquetipo del antihéroe que ni siquiera merece un pie de página en los anales de la Historia, Alan Ingram Cope fue un soldado anodino más entre los cientos de miles de jóvenes llamados a filas para combatir en la segunda guerra mundial.Medio siglo después, a la edad de sesenta y nueve años, su encuentro fortuito con el joven Emmanuel Guibert en la isla de Ré fue el germen de esta maravillosa historia. Fascinado por la profunda autenticidad del relato de Alan, Guibert se propuso plasmar en imágenes las vivencias de este veterano combatiente. Así, en interminables paseos por la playa, Alan habla y el artista escucha, y el resultado son estas hermosas páginas sobre la vida de un hombre sencillo y común cuya existencia estuvo marcada por el capricho del destino.Las tres partes que componen los recuerdos sobre su participación en la guerra se han reunido por primera vez en castellano en este volumen que da inicio al espléndido fresco que Emmanuel Guibert le dedicó a Alan. El azar quiso que Alan Ingram Cope muriera siete meses antes del lanzamiento del primer libro de la trilogía ?que Guibert completó más tarde con La infancia de Alan y Martha y Alan, éste último publicado recientemente con este sello editorial?, pero su memoria permanece viva en esta magistral novela gráfica.