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Friedrich Glauser (1896-1938), verdadero outsider centroeuropeo de la literatura de Entreguerras, recorrió todos los caminos de la vida antes de hallar una tab
Friedrich Glauser (1896-1938), verdadero outsider centroeuropeo de la literatura de Entreguerras, recorrió todos los caminos de la vida antes de hallar una tabla de salvación en la escritura. Afortunadamente, un año antes de su pronta e inesperada muerte, el propio Glauser, consciente de la dificultad de resumir su abigarrada e intensa existencia, la plasmó casi telegráficamente en una carta a su editor Josef Halperin (que a continuación reproducimos). Mucho antes, en 1921, y por motivos nunca del todo aclarados ?pero probablemente relacionados con su adicción a la morfina?, se alistó en la Legión Extranjera francesa. Fue destinado a Gourrama, un puesto perdido en las estribaciones del Atlas, del que esta novela, la primera de Glauser, tomó su título. «Mira, mi padre me mandó a la Legión, y yo estaba contento, porque me parecía que tenía que expiar mis graves pecados: había ofendido gravemente a mucha gente que me quería bien». Borrar las culpas y purificarse, o eso debió pensar: lejos, bajo el ardiente sol de África, el pasado ?como muy pronto comprobaría? ya no existía y cualquiera podía inventarlo. En Go