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Algo tan sencillo como amar o desear ha sido y es delito en según qué lugares del mundo si se trata de dos personas del mismo sexo. Hubo una época, no hace t
Algo tan sencillo como amar o desear ha sido y es delito en según qué lugares del mundo si se trata de dos personas del mismo sexo. Hubo una época, no hace tanto, en que el amor sáfico estaba prohibido incluso en la gran pantalla. La censura era acérrima, pero fueron muchos los guionistas que supieron engañarla; su legado son filmes capaces de narrar subtextos lésbicos en el cine más comercial desde principios a finales del siglo xx.En la gran pantalla, como en la vida real, ser mujer y además homosexual obligaba a la más absoluta discreción, tanto que incluso parecían no existir. Cualquier sospecha de lesbianismo supondría el castigo y rechazo social; pero lejos de ser invisibles, el séptimo arte supo retratarlas de manera latente.Basado en su labor investigadora, la autora decidió realizar este trabajo sobre las representaciones sáficas latentes en el cine occidental del siglo xx para dar visibilidad a las mujeres de la comunidad LGTBI, esas que siempre existieron, pero a las que no dejaban ser. Ni en la vida real ni en la ficción.Prólogo de Marta Pita Dopico, coordinadora de la colección de No ficción de LES Editorial y autora de El legado de Lexa.