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Mientras que en todos los reinos vecinos apenas pueden combatir la pobreza, las catástrofes mágicas y las criaturas mitológicas, en Viterland todo es prosperidad, alegría y fiestas. Lo que no sabe el pueblo es que tanta felicidad es fruto del Baelorit Grimorium, un libro maldito que encierra en su interior a un demonio y que concede todos los deseos deseos del monarca regente Aunque el límite de esos deseos es mil y, cuando se haga la última petición, el demonio escapará y probablemente querrá vengarse por los años encerrado. La situación es crítica, así que la reina usa su penúltimo deseo para averiguar cómo seguir utilizando el grimorio y que este conceda otros mil deseos más. La respuesta supone un desafío para el cual sólo unos pocos están preparados, así que la misión es clara: mandar a Gregor (el soldado más valiente e insensato del reino), a Lenore (la hija del hechicero de la corte, buena en magia cuando recuerda los hechizos) y a Viv (la exploradora más optimista y enérgica de Viterland) a reiniciar el contador del grimorio. Si lo consiguen será un milagro.