Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Hay sangre en todas y cada una de estas páginas. Cada una podría ser una hermana, un hermano, un amigo.¿Puede siquiera imaginar tanta sangre, señor Straus
Hay sangre en todas y cada una de estas páginas. Cada una podría ser una hermana, un hermano, un amigo.¿Puede siquiera imaginar tanta sangre, señor Strauss?La vida de Edgar Strauss no es tal y como la imaginaba antes de mudarse a Edimburgo. Escapando de un pasado que lo atormenta, se ve atrapado entre un trabajo que no le apasiona y un máster en Escritura Creativa que no parece llevar a ninguna parte.Hasta que entra en escena el apuesto y dolorosamente rico Alec Druiss, con su piel pálida, sus ojos enigmáticos y esa voz que podría hacer que hasta las paredes se derrumbasen. Por un instante, todo parece demasiado bueno para ser cierto. Y quizá lo sea.Porque cuando Alec desaparece sin dejar rastro, Edgar se ve inmerso en un mundo que no debería existir. Un universo de brujas, vampiros y monstruos; un mundo de sombras que, debajo del nuestro, se ha mantenido separado por un fino velo que durante siglos ha permanecido inmóvil, pero que alberga fuerzas más allá de toda comprensión. Fuerzas que amenazan con romper un orden que muchos han luchado por conservar.El equilibrio entre el mundo de los humanos y el universo mágico nunca estuvo tan cerca de romperse...