Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
El alcoholismo es como un elefante que entra en nuestra casa y que, al principio, incluso nos hace gracia. Con el tiempo, el elefante crece, se apodera de casi todo el espacio de nuestro hogar... Seguir leyendo
El alcoholismo es como un elefante que entra en nuestra casa y que, al principio, incluso nos hace gracia. Con el tiempo, el elefante crece, se apodera de casi todo el espacio de nuestro hogar y empieza a condicionar las conductas de todos los miembros de la familia. De todos. El problema es que se trata de nuestro elefantito, que ahora ha crecido, pero es nuestro. Y, a pesar de las complicaciones que provoca, nadie se atreve a decir nada. Esto es lo que ocurre con el alcoholismo familiar: la vergüenza de pacientes, familias y amigos provoca que no se atrevan a hablar de este problema. Creen que es mejor mirar para otro lado y se embarcan en una titánica, y casi siempre estéril, lucha por procurar que el adicto no beba. Gabriel Rubio nos explica, con un lenguaje accesible, en qué consiste la adicción al alcohol y cómo tratarla haciendo hincapié en los problemas de los adolescentes y jóvenes con el alcohol. También nos enseña a ayudar en el proceso de recuperación, nos habla de los grupos de ayuda, de la prevención y, sobre todo, nos previene sobre los problemas psicológicos que pueden afectar a quienes convivan con una persona con esta enfermedad, problemas que deben ser tratados, que afectan especialmente a los más jóvenes y que no se resolverán solos por el hecho de que esta persona abandone la bebida. El alcohol es un estigma y un tabú. Este libro quiere ser un faro que pone luz y ofrece ayuda a cuantos se ven afectados por él.
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.