MIL BESOS PROHIBIDOS
A veces las casualidades se hacen cómplices de los deseos. Costanza y Mauro llevaban media vida esperÃíndose hasta que un encuentro imprevisto en la Gran Ví
Ver otros productos del mismo autor
Costanza, recién separada de su marido, abogada en un prestigioso despacho, tenía entre manos la defensa de un importante banquero, una circunstancia que le absorbía todas las horas del día. Mauro, el padre Mauro, acababa de volver de Roma para acometer un trabajo encargado por el arzobispado de Madrid.
Pese a sus circunstancias y con todos los vientos en contra, resucita la historia de amor que Costanza y Mauro vivieron veinte años atrÃís. Ahora deberÃín decidir entre dejarse llevar por sus sentimientos o resignarse ante sus contradicciones.