Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Tras escapar milagrosamente de la muerte, Malcolm Sinclair hizo desaparecer al infame hombre que había sido para reinventarse como Thomas Glendower. Su intenci
Tras escapar milagrosamente de la muerte, Malcolm Sinclair hizo desaparecer al infame hombre que había sido para reinventarse como Thomas Glendower. Su intención era intentar corregir los errores de su pasado. Sin embargo, jamás imaginó que la penitencia fuera a llegar a través de la misteriosa dama a la que había descubierto habitando en su aislada mansión. Rose tenía una explicación lógica para su presencia, junto con sus hijos, en la casa de Thomas, pero enseguida se dio cuenta de que ese hombre era demasiado inteligente para que alguien pudiera engañarlo. Revelarle la verdad sería tremendamente peligroso. Sin embargo, día a día, él consiguió ganarse su confianza, y luego su corazón. Pero los enemigos se acercaban y Rose no tuvo más remedio que acudir a Thomas, el único hombre que podría protegerla a ella y a sus hijos. Y, al pedirle su ayuda, Thomas al fin comprendió el verdadero propósito de su propia vida y, con absoluta entrega, se dispuso a hallar su redención de la única manera que podía: viviendo la realidad de amar a Rose.