Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Constantinopla narra la historia de la caída de la capital del imperio bizantino en manos de los otomanos en 1453. Durante mil años, Constantinopla fue la ciu
Constantinopla narra la historia de la caída de la capital del imperio bizantino en manos de los otomanos en 1453. Durante mil años, Constantinopla fue la ciudad por excelencia: fabulosamente rica, imperial, impresionante y cristiana. Era el tesoro más codiciado: la «Manzana Roja», que había sobrevivido a un asedio cada cuarenta años durante un milenio, hasta que el sultán otomano Mehmet II, un joven de veintiún años hambriento de gloria, se dirigió hacia allí en abril de 1453, con un enorme ejército, «más numeroso que las estrellas». Durante cincuenta y cinco heroicos días, los defensores de la ciudad lucharon por tierra y mar contra los invasores, en una batalla por fe, imperio y gloria, hasta el trascendental 29 de mayo de 1453, un día marcado a fuego en la Historia.