Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Los comicios locales del 12 de abril de 1931 trajeron la proclamación de la Segunda República. El propio Alfonso XIII declararía categórico tras conocer los
Los comicios locales del 12 de abril de 1931 trajeron la proclamación de la Segunda República. El propio Alfonso XIII declararía categórico tras conocer los resultados: Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo . Tal fue el peso cuantitativo y cualitativo de la victoria que la prensa y los líderes políticos de la época no la pusieron en duda ni por un momento. Mas tarde, y para complacer al revisionismo franquista, se buscaron toda clase de excusas para deslegitimar un triunfo inapelable. Con una intención claramente didáctica y su estilo preciso e irónico, Carmelo Romero desgrana todo el contexto desmontando muchos de los bulos puestos en circulación para falsear los verdaderos acontecimientos.La Segunda República suele desatar poderosas pasiones en la opinión pública. Esto ha hecho que la producción audiovisual, literaria o académica del periodo sea muy prolija. Ahora bien, no siempre lo es del mismo rigor y solvencia que este libro . (Pablo Simón)