Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
El escenario político actual nos trae de vuelta ciertos discursos nacionalistas que, azuzados por movimientos populistas de apariencia moderna, no dudan en exp
El escenario político actual nos trae de vuelta ciertos discursos nacionalistas que, azuzados por movimientos populistas de apariencia moderna, no dudan en explotarlos con fines autoritarios, racistas, chovinistas o xenófobos. Esta realidad refuerza la opinión de que se trata de una ideología reaccionaria y, en esencia, antidemocrática.En "El porqué del nacionalismo", la politóloga Yael Tamir presenta un apasionado argumento en contra de este razonamiento, en el que busca poner el acento sobre las virtudes participativas e igualitarias del nacionalismo, considerándolo como una fuerza con capacidad aglutinante y emancipadora.En su opinión, lejos de encontrarnos frente a una "fuerza maligna", debemos cambiar el énfasis de lo global a lo nacional como una manera de redistribuir las responsabilidades y compartir los beneficios de un modo más democrático y justo. Así, elabora un relato original y convincente de porqué hoy en día resulta más importante que nunca para la izquierda reconocer estas cualidades del nacionalismo, a fin de reclamarlo a los extremistas de derecha y redirigir su fuerza hacia fines progresistas.Tan provocador como juicioso, "El porqué del nacionalismo" es una revisión oportuna y esencial de una característica definitoria de nuestra circunstancia política.