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Año 2004. John Kerry está a punto de ser presidente de los EE. UU. El agente del FBI John O’Neill, el “Príncipe de las Tinieblas”, conoce el secreto de esa victoria. Gracias a él y a su amigo de la CIA Bob Baer, las Torres Gemelas del WTC se alzan y Osama Bin Laden es una amenaza del pasado. Año 2006. Los iraquíes destituyen a Sadam Husein y llega la primavera árabe. Bin Laden y Al Qaeda siguen activos, mientras que los EE. UU. ignoran las advertencias. Baer y O’Neill, ahora director del FBI, saben que Bin Laden es un peligro y forzarán el destino. Para O’Neill, todo empezó en 1996 en Arabia Saudita, cuando oyó por primera vez de Bin Laden y siguió su intuición al explotar las torres de Khobar. Él era el único que sospechaba el peligro mortal que Al Qaeda representaba para los EE. UU.